MENTAL, LA UNIÓN DE
REALISMO E IDEALISMO

“La conciencia es la realidad definitiva de todas las cosas” (Paul Twitchell)

“La sustancia del mundo es mental” (Arthur S. Eddington)

“La realidad es idealidad. En rigor y en pura verdad existe solo el ideante, el pensante, el consciente yo –yo mismo–, me ipsum” (José Ortega y Gasset)



Realismo vs. Idealismo

Un eterno y primario problema filosófico es el tema de la realidad. ¿Qué es la realidad? ¿Cual es su naturaleza? ¿Qué significa que algo es real? ¿Lo real es solo lo físico, o lo mental es también real? ¿Existe una única realidad o varias realidades? ¿Lo real es lo que se percibe? ¿Lo real es la conciencia? ¿Hay realidades que están más allá de nuestra experiencia sensible? ¿Existen diferentes niveles de realidad? Si es así, ¿cuál es el nivel de realidad más fundamental? ¿Lo real es lo mismo que el ser o lo existente? ¿Lo real es la verdad? ¿Existen los personajes de ficción (como Don Quijote, Sherlock Holmes, etc.) o tienen un cierto grado de realidad? ¿Los mundos posibles o imaginarios son reales? Para filósofos como Russell y Quine, no es posible distinguir entre realidad, ser y existencia.

Una respuesta posible a esta cuestión es que lo real debe existir o tener su ser en el espacio y en el tiempo. Pero esto es solo una asignación de propiedades, de la misma manera que podemos afirmar que algunos objetos son verdes. Esto conduce al tema de los universales. Los universales son cualidades, propiedades, clases o categorías generales o abstractas que pueden aplicarse a individuos o particulares. Por ejemplo: categorías como hombre, animal, perro, etc.; objetos como mesa, silla, etc,; propiedades como rojo, bello, sólido, etc.; conceptos abstractos como número, grupo, secuencia, etc. Los particulares son los opuestos a los universales, como Platón o Aristóteles.

El conocido como “problema de los universales” es un antiguo problema metafísico sobre si los universales existen o no realmente, si son independientes del hombre (es decir, si existen a priori) y (caso de existir) el nivel de realidad en el que existen.

El debate filosófico se centra principalmente entre dos visiones opuestas: realismo e idealismo, aunque ambos términos no tienen una frontera claramente definida. Muchas posiciones idealistas se pueden considerar realistas, y viceversa. Para el idealismo rige el principio de inmanencia: la mente no puede trascender o traspasar sus propias representaciones, no puede salir de sí misma, no puede acceder a algo que no sea mental.

Existen diferentes formas de idealismo, según el papel desempeñado por la mente. De todas formas, el idealismo se puede considerar un tipo de realismo, que podemos denominar “realismo idealista”.

El idealismo es la posición, entre otros, de Berkeley, Kant, Hegel y Schopenhauer, así como de filósofos recientes como Hilary Putnam, Nelson Goodman, Richard Rorty, Thomas Kuhn y Jacques Derrida. Todos ellos con planteamientos diferentes. El primer idealista moderno fue Descartes por basar toda evidencia en el pensamiento (cogito, ergo sum), aunque no negaba la existencia del mundo externo.


Tipos de realismo

Existen muchos tipos de realismo, entre ellos:
Tipos de idealismo

Existen muchos tipos de idealismo. Los más destacados son:
Otras posiciones
El problema de los universales

El llamado “problema de los universales” ocupa toda la filosofía medieval. Se enfrentaron básicamente dos posturas:
  1. Realismo.
    Los universales tienen existencia real. Hay dos variantes:

    1. Radical. Los universales son ideas perfectas e inmutables que existen en un reino superior, diferente y separado del mundo físico. Ese reino es origen y causa del mundo físico. Es la histórica postura de Platón. Para el realismo platónico, existen los universales, que son formas ideales que existen independientemente de los particulares. Platón fue el primero en considerar reales los universales.

    2. Moderado. El universal está en la propia realidad física, no separado de las cosas, sino en ellas. Es la postura de Aristóteles y Santo Tomás. Para el realismo aristotélico los universales no son entidades reales; su existencia depende de los particulares que los ejemplifican. Los universales existen en el intelecto por medio de la abstracción, pero adquieren entidad real en cada particular.

  2. Nominalismo.
    Los universales no tienen existencia real. Son solo nombres o términos sin sustancia que se utilizan para describir clases, categorías de objetos o abstracciones. Son creaciones de la mente para hacer referencia a un conjunto de entes individuales que comparten alguna propiedad común. Los universales no tienen existencia objetiva, solo tienen existencia las entidades particulares. Admitir la existencia de los universales es limitar el pensamiento y el poder de Dios. El principal representante de esta postura es Guillermo de Occam (s. XIV).

    Locke fue nominalista. Según él, las propiedades no son entidades reales en sí mismas, sino solo el resultado de la clasificación de los objetos. Los humanos deberían conformarse con las “esencias nominales”, lo que sabemos de los objetos, nuestras ideas. El conocimiento real del mundo no es posible. Distingue entre esencia real (el ser de las cosas) y esencia nominal (nuestro conocimiento, basado en categorías). No hay posibilidad de conocer la realidad en sí. La filosofía natural no es ciencia, pues no es posible demostrar y explicar la realidad.

La física y la naturaleza de la realidad

Actualmente, la confrontación entre realismo e idealismo se desarrolla en la filosofía de la ciencia, especialmente en física cuántica, por dos razones:
  1. Porque, a nivel profundo, se diluyen los tres pilares de la física clásica la materia, el espacio y el tiempo y las entidades cuánticas tienen un comportamiento que se aproxima a lo mental un nivel de realidad abstracto y con mayor grado de libertad que el nivel físico macroscópico y a la conciencia, donde existen infinitas posibilidades o infinitos estados superpuestos. Lo profundo está asociado a lo posible, a lo indeterminado. En física newtoniana los objetos están determinados. En física cuántica, los objetos (las entidades cuánticas) son posibilidades.

  2. Porque sujeto y objeto están conectados y no se pueden separar: el observador y lo observado son dos aspectos de un mismo fenómeno. La conciencia del observador influye sobre el fenómeno observado. La conciencia “elige” entre las infinitas posibilidades cuánticas, y entonces se produce un “colapso” mutuo sincrónico entre la conciencia y el fenómeno cuántico, haciendo que se manifiesten las posibilidades para crear la experiencia momento a momento. Esa conexión entre lo interno y lo externo es precisamente el fundamento de la conciencia. En la conciencia solo hay una realidad, no hay dualismo.
Para el físico Bernard d'Espagnat, lo que llamamos “realidad” es solo un estado de la mente, y que el mundo que percibimos es meramente una sombra de la realidad última. En el artículo “The Quantum Theory and Reality” [1979] afirma “La doctrina de que el mundo está hecho de objetos cuya existencia es independiente de la conciencia humana está en conflicto con la mecánica cuántica y con hechos establecidos por experimentación”.

El físico Amit Goswami [2010] afirma que la conciencia crea el mundo material. Es el paradigma de causalidad descendente. Llama a su postura “idealismo monista”. “En el idealismo monista, la conciencia es como la luz en la caverna de Platón”.

También en física macroscópica o cósmica, existen conexiones entre lo físico y lo mental. Sir James Jeans afirmaba que “El universo empieza a parecerse más a una gran pensamiento que a una gran máquina. La mente ya no aparece como un intruso accidental en el reino de la materia; comenzamos a sospechar que deberíamos honrarla como creadora y gobernadora del reino de la materia”.


MENTAL, la Unión de Realismo e Idealismo

El realismo, en general, es una perspectiva parcial del mundo. El idealismo se aproxima más a la realidad, al postular que lo mental es lo fundamental, pues lo mental es un nivel superior al físico. Lo que se trata es de unir, conectar, armonizar, superar o trascender ambas visiones. Autores que se movieron en este sentido fueron: A nivel superficial, los problemas se resuelven. A nivel profundo, los problemas se disuelven o trascienden. Con MENTAL, el problema filosófico realismo-idealismo se trasciende al contemplarlos desde una perspectiva superior, la perspectiva de la conciencia, que es lingüística.

Bibliografía